BLOQUE DE LITERATURA
1ºBACHILLERATO
3ºTRIMESTRE
TEMA 22: LA LITERATURA DE LA ILUSTRACIÓN
-CARACTERISTICAS GENERALES DE LA ILUSTRACIÓN:
En la segunda mitad del siglo XVIII, pese a que más del 70 % de los europeos eran analfabetos, la intelectualidad y los grupos sociales más relevantes descubrieron el papel que podría desempeñar la razón, íntimamente unida a las leyes sencillas y naturales, en la transformación y mejora de todos los aspectos de la vida humana.
Para entender correctamente el fenómeno de la Ilustración hay que recurrir a sus fuentes de inspiración fundamentales: la filosofía de Descartes -basada en la duda metódica para admitir solo las verdades claras y evidentes- y la revolución científica de Isaac Newton, apoyada en unas sencillas leyes generales de tipo físico. Los ilustrados pensaban que estas leyes podían ser descubiertas por el método cartesiano y aplicadas universalmente al gobierno y a las sociedades humanas. Por ello la élite de esta época sentía enormes deseos de aprender y de enseñar lo aprendido, siendo fundamental la labor desarrollada por Diderot y D'Alembert cuando publicaron la Encyclopédie raisonée des Sciences et des Arts entre 1751 y 1765, inspirada por los principios laicos y materialistas de la burguesía francesa y completada en 1764 con el crítico Dictionnaire philosophique, de Voltaire. La obra Ensayo de John Locke17 es uno de los precursores.
Como característica común hay que señalar una extraordinaria fe en el progreso y en las posibilidades de los varones y mujeres para dominar y transformar el mundo. Los ilustrados exaltaron la capacidad de la razón laica para descubrir las leyes naturales y la tomaron como guía en sus análisis e investigaciones científicas. Defendían la posesión de una serie de derechos naturales inviolables, así como el reformismo frente al abuso de poder del absolutismo y la rigidez de la sociedad estamental del Antiguo Régimen; fue precisamente el fracaso de este reformismo el que convirtió a la Ilustración en Liberalismo al estallar la Revolución francesa. Criticó la intolerancia en materia de religión, las formas religiosas tradicionales y al Dios castigador de la Biblia, y rechazó toda creencia que no estuviera fundamentada en una concepción naturalista de la religión. Estos planteamientos, relacionados íntimamente con las aspiraciones y valores laicos y materialistas de la burguesía ascendente, penetraron en otras capas sociales potenciando un ánimo crítico hacia el sistema económico, social y político establecido por los estamentos nobiliario y clerical que culminó en la Revolución francesa.
Antropocentrismo: Hay un nuevo Renacimiento en que todo gira en torno al ser humano y en particular en torno a su razón material y sensible de forma aún más pronunciada que en el siglo XVI, aunque el papel que entonces representó Italia lo desempeña esta vez Francia. La fe se traslada de Dios al hombre: hay confianza y optimismo en lo que éste puede hacer, y se piensa en que el progreso (surge en este siglo la palabra) humano es continuo e indefinido, (Condorcet escribe su Cuadro de los progresos del espíritu humano) y los autores modernos son mejores que los antiguos y los pueden perfeccionar. Se formuló la filosofía del optimismo (Leibniz) frente al pesimismo característico de la Edad Media y el Barroco. La sociedad se seculariza y la noción de Dios y la religión empieza a perder, ya definitivamente (como había empezado a mediados del XVII con la Paz de Westfalia), la importancia que en todos los órdenes había tenido hasta ahora; se desarrolla una cultura exclusivamente laica e incluso antirreligiosa y anticlerical. Empiezan a formularse las expresiones más tolerantes de espiritualidad: nihilismo libertario (Casanova, Pierre Choderlos de Laclos), Masonería, deísmo (Voltaire), agnosticismo; incluso se formulan ya claramente las propuestas del ateísmo (Pierre Bayle, Baruch Spinoza, Paul Henri Dietrich) y el libertinismo, expuesto por algunos personajes de novelas escandalosas de la época (Marqués de Sade, etc.). La atención a los aspectos más oscuros del hombre constituye lo que se ha venido a llamar "la cara oscura del siglo de las luces".
Racionalismo: Todo se reduce a la razón y la experiencia sensible, y lo que ella no admite no puede ser creído. Durante la Revolución francesa, incluso se rindió culto a la «diosa Razón», que se asocia con la luz y el progreso del espíritu humano (Condorcet). Las pasiones y sentimientos son un mal en sí mismos. Todo lo desprovisto de armonía, todo lo desequilibrado y asimétrico, todo lo desproporcionado y exagerado se considera monstruoso en estética.
Hipercriticismo y su subsecuente reformismo: Los ilustrados no asumen sin crítica la tradición del pasado: con la Enciclopedia se replantean todo el conocimiento anterior filtrándolo a la luz de la razón y desdeñan cuanto no se somete a los principios laicos y materialistas que esta impone. Por ello desdeñan toda superstición y superchería (los "errores comunes" de Benito Jerónimo Feijoo), incluyendo a menudo la religión. Los consideran signos de oscurantismo y de una sociedad periclitada: es preciso depurar el pasado de todo lo que es oscuro y poco racional para construir una sociedad mejor y más pura. Se usa la literatura (el teatro, la fábula, la sátira) para corregir los defectos de la sociedad y mejorarla (castigat ridendo mores, "corrige riendo las costumbres", escribe Horacio): se educa, no se entretiene sino para conseguir lo primero. La tragedia expone los funestos resultados de la pasión o sentimiento fuera de control; la comedia ridiculiza los defectos morales del ser humano; la fábula suministra ejemplos de conductas útiles y prudentes y antiejemplos opuestos. La historia se empieza a documentar con rigor; las ciencias se vuelven exclusivamente empíricas y experimentales; la sociedad misma y sus formas de gobierno comienzan a ser sometidas a la crítica social, lo que culmina en las revoluciones al fin del periodo. Hay un enorme deseo de utopía política, que Jean-Jacques Rousseau formula con su concepto de voluntad general para inspirar gobiernos más justos; igualmente, Montesquieu exige una justicia mejor preconizando el principio de separación de poderes; la revolución americana declara buscar la felicidad aquí en la tierra y proclama el derecho democrático a elegir los gobernantes frente al modelo monárquico. Empieza a hablarse de constituciones. Se crean sociedades para mejorar todas las disciplinas (academias científicas como la Royal Society, bibliotecas públicas, museos, Sociedades económicas de amigos del país...), las ciencias (Isaac Newton, Leibniz, Georges Louis Leclerc, Linneo, Lavoisier, Euler, Franklin), la medicina (vacuna, primeros intentos de higienización), la tecnología (máquina de vapor, pila voltaica, reinvención de la porcelana, lanzadera volante, lámpara de gas, cronómetro, termómetro, sextante), la economía (Adam Smith) avanzan notablemente gracias a esta preocupación, por lo que hay un gran crecimiento demográfico.
Pragmatismo: Sólo lo útil merece hacerse; se desarrolla la filosofía del Utilitarismo preconizada por Jeremías Bentham, que halla un principio ético general en la felicidad enunciada por Epicuro, bajo la fórmula de «la mayor felicidad para el mayor número de gente». Las literaturas y las artes en general han de tener un fin útil, que puede ser didáctico (enseñanza), moral (depurar de las insanas pasiones) o social (sátira de las malas costumbres, para corregirlas). De ahí que entren en crisis géneros como la novela o que se cultiven las novelas de aprendizaje y que se pongan de moda las fábulas, las enciclopedias, los ensayos, las sátiras, los informes y en general los géneros ensayísticos. El teatro pretende corregir las costumbres con la comedia y limpiar de pasiones el alma con la tragedia. Es ésta la Poética finalista del Neoclasicismo francés, comúnmente rechazada por el Empirismo inglés y la Ilustración alemana.
Imitación: La mímesis se hace relativa a la mathesis cartesiana. La originalidad se considera un defecto en el restrictivo neoclasicismo francés, que no supo asumir a Shakespeare, y se estima que se pueden lograr obras maestras «con receta», imitando lo mejor de los autores grecorromanos (clasicismo o neoclasicismo), que se constituyen en modelos para la arquitectura, la escultura, la pintura y la literatura. El academicismo impera en el terreno artístico y sofoca toda creatividad en Francia y toda cultura sujeta a su influencia El buen gusto es el criterio principal y se excluye lo imperfecto, lo feo, lo decadente, lo supersticioso y oscuro, la violencia, la noche, las pasiones desatadas y la muerte. El teatro debe someterse a las reglas de las tres unidades, no ya estatuidas por Aristóteles sino un tanto burdamente simplificadas: unidad de acción, lugar y tiempo; es más, los franceses añaden la unidad de estilo. Inglaterra mediante la estética empirista y, en especial, Alemania, es decir, los pivotes representados paradigmáticamente por Lessing y Kant, definirán una posición evolucionada, que rechazará frontalmente todo teatro francés, y la propuesta de la originalidad del genio.18
Idealismo: El buen gusto exige rechazar lo vulgar: no se cuenta con los criterios estéticos del pueblo y la realidad que ofrece la literatura es mejor de lo que la realidad es, es estilizada, neoclásica. El lenguaje no admite groserías ni insultos, y busca el purismo, aunque con frecuencia se contagia de galicismos; no se presentan crímenes ni críticas a un poder que es inmutable (no se trata, por ejemplo, el tema del tiranicidio en el teatro, ni aparecen mezcladas las clases populares con las elevadas por decoro, ni temas de mal gusto como el suicidio (que solo aparecerá en el Romanticismo con el Werther de Goethe), y todo es amable y elevado. Se excluye lo temporal y lo histórico, cualquier forma de cambio "desde abajo" de la cosmovisión ilustrada.
Universalismo: El molde generalizador y objetivizador de la razón conduce a los ilustrados a asumir una tradición cultural cosmopolita, a asumir la relatividad cultural (Cartas persas de Montesquieu, críticas a la diversidad de las religiones de Voltaire, gusto por el exotismo de los libros de viajes) y funden todo tipo de tradiciones en la horma grecorromana que les sirve de fuente principal. Sienten interés por lo exótico, pero no lo asumen, porque buscan en él lo específicamente humano y universal. Y como la tradición literaria más universal es la clásica y el academicismo francés la ha incorporado, todo lo francés se pone de moda y poseer la lengua francesa se transforma en un signo de distinción: el arte y la cultura francesa influye en Alemania, España y Rusia y sus lenguas se llenan de galicismos. Se habla de "las Grecias, las Romas y las Francias" porque no existe (aún) el subjetivo nacionalismo romántico ni la teoría de los caracteres nacionales y se siguen los géneros puros e intemporales del clasicismo grecolatino: la fábula, la tragedia, la comedia, la oda, la elegía, la égloga o pastoral, la sátira, el poema didáctico o moral y se arrinconan géneros propios de otras culturas barrocas como la tragicomedia lopesca o el drama isabelino, o de aire medieval como la comedia de santos o el auto sacramental, modelos desviados y apartados del clasicismo universal. Es más, el universalismo ilustrado empieza a elaborar utopías de gobierno colectivo cuyo choque con la realidad desencadenará la Revolución francesa. Por otra parte, la Ilustración inglesa, empirista, y la Ilustración alemana, de tendencia idealista, promoverán una filosofía y un arte, sobre todo esta última, de mucho mayor calado que el formado por el neoclasicismo francés. De raíz española, si bien en gran medida transterrada a Italia por la expulsión jesuita de 1767, fue la importante y tardía Ilustración española o hispánica, universalista y comparatista encabezada por Juan Andrés, el lingüista Lorenzo Hervás, el musicólogo Antonio Eximeno y los grandes botánicos y los filipinistas y americanistas.
-EL ENSAYO:
El ensayo es un tipo de texto en prosa que explora, analiza, interpreta o evalúa un tema. Se considera un género literario comprendido dentro del género didáctico.
Las características clásicas más representativas de un ensayo son:
Casi todos los ensayos modernos están escritos en prosa. Si bien los ensayos suelen ser breves, también hay obras muy voluminosas como la de John Locke Ensayo sobre el entendimiento humano.
En países como Estados Unidos o Canadá, los ensayos se han convertido en una parte importante de la educación. A los estudiantes de secundaria se les enseña formatos estructurados de ensayo para mejorar sus habilidades de escritura, o en humanidades y ciencias sociales se utilizan a menudo los ensayos como una forma de evaluar el conocimiento de los estudiantes en los exámenes finales, o ensayos de admisión son utilizados por universidades en la selección de sus alumnos.
Por otra parte, el concepto de "ensayo" se ha extendido a otros ámbitos de expresión fuera de la literatura, por ejemplo: un "ensayo fílmico" es una película centrada en la evolución de un tema o idea; o un "ensayo fotográfico" es la forma de cubrir un tema por medio de una serie enlazada de fotografías.
El ensayo literario se caracteriza por su amplitud en tratar los temas. La mayoría parten de una obra literaria pero el ensayo literario no se limita a su estudio exclusivo. Es un texto subjetivo donde se combinan la experiencia del ensayista, hábitos de estudio, trabajo literario y opiniones de una persona que muestra interés en la literatura. Los ensayos literarios tienen características comunes: subjetividad, sencillez y estilo del ensayista. En cambio el ensayo científico trata un tema del campo de las ciencias formales, naturales y sociales con creatividad, logrando una combinación del razonamiento científico con el pensamiento creativo del ensayista. Del aspecto artístico toma la belleza y la expresión a través de la creatividad sin descuidar el rigor del método científico y la objetividad de las ciencias
-JOSE CADALSO:
José Cadalso y Vázquez de Andrade, que usó el pseudónimo literario de Dalmiro (Cádiz, 8 de octubre de 1741 – San Roque, 26 de febrero de 1782), fue un militar español, muerto prematuramente en combate, y un valioso literato, recordado por sus obras Los eruditos a la violeta, Noches lúgubres y Cartas marruecas.
TEMA 23: LA LITERATURA DEL ROMANTICISMO
-CARACTERISTICAS DEL ROMANTICISMO:
El Romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y el Clasicismo, y favorecía, ante todo:
Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo XVIII; en ese sentido los héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores románticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y populares como la asonante. Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces (Ilustración), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas como la superstición.
Un aspecto del influjo del nuevo espíritu romántico y su cultivo de lo diferencial es el auge que tomaron el estudio de la literatura popular (romances o baladas anónimas, cuentos tradicionales, coplas, refranes) y de las literaturas en lenguas regionales durante este periodo: la gaélica, la escocesa, la provenzal, la bretona, la catalana, la gallega, la vasca... Este auge de lo nacional y del nacionalismo fue una reacción a la cultura francesa del siglo xvii, de espíritu clásico y universalista, difundida por toda Europa mediante Napoleón.
El Romanticismo también renovó y enriqueció el limitado lenguaje y estilo del Neoclasicismo, dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas bárbaras y exóticas o en la Edad Media, en vez de en Grecia o Roma, su inspiración.
Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo instintivo y sentimental. «La belleza es verdad». También representó el deseo de libertad del individuo, de las pasiones y de los instintos que presenta el «yo», subjetivismo e imposición del sentimiento sobre la razón. En consonancia con lo anterior, y frente a los neoclásicos, se produjo una mayor valoración de todo lo relacionado con la Edad Media, frente a otras épocas históricas.
El estilo vital de los autores románticos despreciaba el materialismo burgués y preconizaba el amor libre y el liberalismo en política, aunque hubo también un Romanticismo reaccionario, representado por Chateaubriand, que preconizaba la vuelta a los valores cristianos de la Edad Media. En Alemania, la deriva reaccionaria, que incluía una invitación a regresar a la Edad Media, también se dejó sentir en la obra de algunos de sus máximos inspiradores teóricos, como los hermanos August Wilhelm y Friedrich Schlegel, aunque su paroxismo se encontraría en el opúsculo La cristiandad o Europa (1799) de Novalis, tal como prontamente advirtió el poeta post-romántico Heinrich Heine en La escuela romántica (1836). El idealismo extremo y exagerado que se buscaba en todo el Romanticismo encontraba con frecuencia un violento choque con la realidad miserable y materialista, lo que causaba con frecuencia que el romántico acabara con su propia vida mediante el suicidio. La mayoría de los románticos murieron jóvenes. Los románticos amaban la naturaleza frente a la civilización como símbolo de todo lo verdadero y genuino
-LA POESIA ROMANTICA:
La poesía romántica formó parte del movimiento romántico dentro de la literatura europea durante los siglos XVIII y XIX. Algunos han atribuido la época romántica de la poesía a una reacción contra la Ilustración y la Revolución industrial. La poesía romántica aboga por un regreso del hombre a la naturaleza, lo que se ve, en particular, en las obras de Wordsworth. Cansados de la lucha por la razón y la búsqueda de la verdad, los románticos decidieron desechar la razón y abrazar la belleza.
El uso del término poesía romántica puede variar, pero la definición más común es un movimiento dentro de la poesía que busca una libertad formal, efecto emocional incrementado y uso de fuentes antiguas y folclóricas para la poesía
-JOSÉ DE ESPRONCEDA:
José de Espronceda y Delgado (Almendralejo, 25 de marzo de 1808-Madrid, 23 de mayo de 1842) fue un escritor español de la época del Romanticismo, considerado el poeta más representativo del primer Romanticismo en España.
-GUSTAVO ADOLFO BECQUER
Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida (Sevilla, 17 de febrero de 1836-Madrid, 22 de diciembre de 1870),1 más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque en vida ya alcanzó cierta fama, solo después de su muerte y tras la publicación del conjunto de sus escritos obtuvo el prestigio que hoy se le reconoce. Su obra más célebre es Rimas y Leyendas, un conjunto de poemas dispersos y relatos, reunidos en uno de los libros más populares de la literatura hispan
-ROSALIA DE CASTRO:
María Rosalía Rita de Castro (Santiago de Compostela, 24 de febrero de 1837-Padrón, 15 de julio de 1885) fue una poetisa y novelista española que escribió tanto en gallego como en castellano. Considerada entre los grandes poetas de la literatura española del siglo xix,1 representa junto con Eduardo Pondal y Curros Enríquez una de las figuras emblemáticas del Rexurdimento gallego,2 no solo por su aportación literaria en general y por el hecho de que sus Cantares gallegos3 sean entendidos como la primera gran obra de la literatura gallega contemporánea, sino por el proceso de sacralización al que fue sometida y que acabó por convertirla en encarnación y símbolo del pueblo gallego.4 Además, es considerada junto con Gustavo Adolfo Bécquer la precursora de la poesía española moderna.5
Escribir en gallego en el siglo xix, es decir, en la época en la que vivió Rosalía, no resultaba nada fácil por un gran número de razones. La mayor parte de ellas estaban ligadas al pensamiento y estructuración de la sociedad del momento, en la que la lengua gallega estaba muy desprestigiada y menospreciada, cada vez más distante de aquella época en la que había sido el idioma vehicular de la creación de lírica galaicoportuguesa. Toda la tradición escrita había sido perdida, por lo que se hacía necesario comenzar desde cero rompiendo con el sentimiento de desprecio e indiferencia hacia la lengua gallega, pero pocos eran los que se planteaban la tarea, pues esta constituiría un motivo de desprestigio social. En un ambiente en el que el castellano era la lengua de la cultura y la lengua protegida de la clase minoritaria dominante, Rosalía de Castro le otorgó prestigio al gallego al usarlo como vehículo de su obra Cantares gallegos y afianzando el renacer cultural de la lengua.67
Aunque fue una asidua cultivadora de la prosa, donde Rosalía sobresalió fue en el campo de la poesía, a través de la creación de las que pueden ser consideradas sus tres obras clave: Cantares gallegos, Follas novas y En las orillas del Sar. La primera de ellas representa un canto colectivo, artísticamente logrado, que sirvió de espejo dignificante a la comunidad gallega al emplearse la lengua y tradiciones de esta. También fue útil para proseguir con la tendencia tímidamente iniciada por el pontevedrés Xoán Manuel Pintos con su obra titulada A Gaita Galega (1853).
En la segunda obra, la autora escribió una poesía de gran profundidad, que emplea el símbolo como método para expresar lo inefable y que revela la plurisignificación propia de la más elevada poesía. Junto con las obras Aires da miña terra (Curros Enríquez), Saudades Gallegas (Valentín Lamas Carvajal) y Maxina ou a filla espúrea (Marcial Valladares Núñez) completa el conjunto de obras publicadas en la década de 1880 que hicieron de estos años una etapa clave en el desarrollo de la literatura gallega, aunque la obra de Rosalía siempre mantuvo una posición predominante con respecto al resto.
Finalmente, en En las orillas del Sar se manifiesta un tono trágico que encaja con las duras circunstancias que rodearon los últimos años de la vida de Rosalía. Escrito en castellano, la obra ahonda en el lirismo subjetivo propio de Follas novas al mismo tiempo que se consolidan las formas métricas que allí apuntaban. Inicialmente calificado de precursor y obviado por la crítica de su tiempo, hoy en día existen diferentes estudiosos que lo consideran como la principal creación poética de todo el siglo xix.
TEMA 24: LA NARRATIVA REALISTA
-EL MOVIMIENTO RELISTA:
Su nacimiento está ligado al ascenso, al afianzamiento de la burguesía y a la nueva sociedad urbana originada como consecuencia del desarrollo de la Revolución industrial y el consiguiente éxodo masivo del campo a las ciudades. La mesocracia o clase media preponderante, y progresivamente alfabetizada, impuso sus gustos en materia literaria, pues la mayor parte de los lectores pertenecían a esta clase.
El público estaba interesado, más que por lo lejano en el tiempo y espacio y lo exótico de los románticos, por los problemas próximos y cotidianos de la sociedad contemporánea, siempre presente a través del periodismo, que se desarrolla ampliamente en el siglo XIX después de haber nacido en el XVIII, y de la fotografía, nueva técnica que reproduce al detalle la realidad. En reacción contra el idealismo, se desarrolla el positivismo de Auguste Comte (su Sistema de filosofía positiva se publica en 1850), que rechaza la especulación pura y la metafísica; en Inglaterra domina el pensamiento empírico del utilitarismo (Jeremy Bentham, John Stuart Mill) y el evolucionismo que Charles Darwin expone en su Origen de las especies (1859) pone de moda las ciencias naturales y la clasificación empírica de los hechos, haciendo notar que todos los seres humanos están encadenados al medio ambiente, que los moldea mediante la "adaptación al medio" en una "lucha por la vida" que provoca una "selección natural"; el filósofo Herbert Spencer crea con este fundamento el Evolucionismo social y cultural, al que se adhiere el mismo Comte. El experimentalismo se desarrolla con el fisiólogo francés Claude Bernard, quien publica en 1865 su método experimental aplicado a la medicina. Por último, se desarrolla una nueva ciencia, la genética, a partir de que el botánico austriaco Gregor Mendel publique en 1865 sus leyes de la herencia. Por otra parte, la izquierda hegeliana desacredita la religión (Ludwig Feuerbach) y las esperanzas de redención fuera de este mundo y, sobre todo Karl Marx, llama la atención sobre los condicionantes económicos y sociales de los pueblos o materialismo histórico y la lucha de clases y afirma que la realidad no debe ser teorizada, sino transformada.
La clase media empezó a notar los efectos beneficiosos del progreso, pero también los nuevos problemas a que daba lugar, hasta entonces desconocidos, como un cambio esencial de valores desde los tradicionales que dominaban en los ambientes rurales a los urbanos, más cínicos, individualistas y materialistas. Este contexto favoreció el realismo como estilo literario y la prosa narrativa como género dominante, puesto que permitía reconstruir la realidad de una forma flexible y alejada de retóricas pasadas y moldes fuera de uso y dejaba libertad al escritor para elegir temas, personajes y situaciones. Por eso la novela fue aumentando su popularidad gracias a su vinculación con la prensa periódica, vehículo a través del que se difundieron, por entregas, numerosas narraciones económicas que, de esa manera, llegaron a un público más amplio que nunca hasta entonces, gracias al abaratamiento de los materiales librarios de impresión y edición y la alfabetización masiva por parte del estado, una de las conquistas de las revoluciones burguesas, para garantizar en principio la igualdad ante la ley
-BENITO PÉREZ GALDOS:
Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843-Madrid, 4 de enero de 1920)1 fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español.Se le considera uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo xix no solo en España y un narrador capital en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser propuesto por varios especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes.3
Transformó el panorama novelesco español de la época,4 apartándose de la corriente romanticista en pos del naturalismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica.3 En palabras de Max Aub, Pérez Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con «su intuición serena, profunda y total de la realidad», se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, «artísticamente transformado». De ahí que «desde Lope ningún escritor fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes».5 Fue académico de la Real Academia Española desde 1897 y llegó a ser propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. Aunque, salvo en su juventud, no mostró especial afición por la política, aceptó su designación como diputado en varias ocasiones y por distintas circunscripciones
-LEOPOLDO ALAS, CLARIN:
Leopoldo Alas, apodado Clarín (Zamora, 25 de abril de 1852-Oviedo, 13 de junio de 1901), fue un escritor y jurista español. Catedrático primero en la Universidad de Zaragoza y más tarde en la de Oviedo, se desempeñó como crítico literario en la prensa periódica de la época, desde donde atacó con punzantes artículos a muchos literatos contemporáneos. Es conocido por su novela La Regenta.
-EL NATURALISMO:
El naturalismo es un movimiento literario que tuvo lugar aproximadamente entre finales del siglo XIX (a partir de 1880) y mediados del siglo XX (fundamentalmente hasta 1940). No obstante las raíces el movimiento son anteriores, pues los escritores naturalistas tomaron sus ideas y las desarrollaron a partir del movimiento literario dominante durante el siglo XIX, el realismo.
Algunos criticos han tratado de etiquetar el naturalismo como una especie de "realismo radical", pero este movimiento tiene suficiente personalidad y profundidad como para ser apartado del realismo y considerado diferente.
En resumen, allí donde el realismo era básicamente descriptivo, meramente literario y únicamente atento hacia la capa social burguesa -principal promotora y consumidora del mismo-, el naturalismo resultó un movimiento con influencias más profundas -entre las que destacan sobre todo la teoría de la evolución de Darwin y la filosofía determinista- y metas mas altas -no sólo mostrar la vida de su época “tal como era” sino terminar “por qué era como era”, y hacerlo sin omitir sus aspectos más hermosos ni tampoco los más desagradables-. Las obras naturalistas solían incluir, de hecho, la pobreza, el racismo, el sexo, los prejuicios, la enfermedad, la prostitución, la suciedad y la muerte tratadas de una forma exenta de dramatismo, lo que las hizo algo difíciles para el público en general y consiguió que fueran criticadas por ser demasiado directas y francas. Frente al optimismo y al progresismo liberal del que solían hacer gala los escritores realistas, el naturalismo se mostraba fuertemente pesimista; y en contra de la “apología de la libertad” propia de los realistas, los naturalistas negaban la libre voluntad y se refugiaban en su pesimismo determinista, afirmando que las condiciones sociales y naturales de los personajes les impiden vivir de acuerdo con su voluntad.